Víctor Pérez Velasco considera que los valores «pueden cambiar y transformarse con información», y destaca la importancia de la verdad y la información en la toma de decisiones y el cambio de estos valores
Psicólogo de profesión, Víctor Pérez Velasco protagonizó una charla en la Universidad de las Hespérides sobre su penúltima obra, titulada «Valores políticos y conflicto en España», relacionada con su tesis doctoral sobre cultura organizacional y valores en el trabajo. La historia de este libro comienza cuando, al darse cuenta de que su tesis estaba teniendo un impacto, especialmente en Iberoamérica, decidió abordar «las contradicciones de los valores políticos en España» en la actualidad. Su objetivo con este trabajo fue divulgar y discutir los valores mínimos que percibe en la política española, advirtiendo sobre cómo estos valores «podrían enfrentarnos a un futuro complicado».
Así, trazó su experiencia política personal, desde ser criado en el franquismo hasta evolucionar hacia la izquierda y, finalmente, identificarse como un pensador liberal. Su enfoque en valores políticos surge de su deseo de hacer pedagogía y proporcionar información en lugar de adoctrinamiento. Por ello es que destaca la importancia de la democracia como un invento liberal y critica la idea de que «para ser demócrata se debe ser de izquierdas».
Pérez Velasco identifica cuarenta valores políticos en su análisis y los organiza en grupos para explorar su impacto diferencial. Reconoce que los valores son intangibles y difíciles de medir, pero subraya su importancia al influir en las creencias, actitudes y comportamientos de las personas. De este modo, concluye que los valores «pueden cambiar y transformarse con información», destacando la importancia de la verdad y la información en la toma de decisiones y el cambio de valores.
«Tenemos que tener aquella doctrina que queremos tener, que no nos impongan una doctrina que nos dicen que es información, pero resulta que es doctrina», afirmó. Así, quiso diferenciar entre doctrina («una visión de la realidad, un universo simbólico sobre un concepto o una existencia abstracta del individuo») e información, «que se mide, se evalúa y se contrasta». El problema de hoy, sostiene, es que los comunicadores sociales «dicen que nos informan, pero realmente lo que hacen es adoctrinarnos».
Como uno de los núcleos de su trabajo, subrayó que los valores «influyen en la personalidad, pero no cambian la personalidad», más bien «rodean a la personalidad y sirven para guiar a esa personalidad hacia un objetivo». Su libro se centra en una lista de 42 valores, que se agrupan de esta manera: 17 valores comunistas, 14 valores socialistas, 13 valores conservadores, 12 valores liberales, 7 valores de los nacionalismos periféricos y 5 valores constitucionales.
De estos valores, 17 de ellos actúan como «contravalores, nos condenan a la confrontación» y de ellos son 5 nacionalistas, 8 comunistas y 4 socialistas. «Los valores más desestabilizadores, en mi opinión, son los del nacionalismo periférico», aseveró. Por eso, dijo que el momento actual en España es de «una gran contradicción», con un conflicto real «que está rompiendo el Estado de Derecho».